La última vez que estuve en España volví a visitar el Museo del Prado y aunque lo he visitado tantas veces que ya no sé el número hice de nuevo el recorrido por todas las salas, estando en el museo más de 6 horas y hubiera estado más porque cada vez que ves un nuevo cuadro descubres un detalle nuevo o lo percibes de diferente forma según la luz del momento. Así que esta vez me fijé más en los cuadros que tenían detalles de gastronomía para seguir aumentando la sección de cuadro, en esta ocasión y por estar en plena temporada voy a comentarte el cuadro Bodegón con plato de cerezas, ciruelas, jarra y queso de Luis Egidio Meléndez. ¡Ah! Y al final del post te dejo algunas sugerencias de recetas que tengo en el blog con ingredientes que aparecen en este cuadro.

Bodegón con plato de cerezas, ciruelas, jarra y queso. Hacia 1760. Óleo sobre lienzo, 47 x 35 cm.
Luis Egidio Meléndez nació en Nápoles en 1716 y falleció en Madrid en 1780. Fue hijo del miniaturista Francisco Antonio. Inició su educación en Madrid junto a su padre y fue alumno de Louis-Michel van Loo, llegando a dominar a fondo la técnica del retrato, como lo prueba su magnífico Autorretrato (Musée du Louvre). Un probable conflicto con Van Loo hizo que se fuera a Italia y regresó a España, donde trabajó inicialmente como miniaturista, pero su papel preponderante lo desarrolló en la naturaleza muerta convirtiéndose en uno de los más destacados pintores de bodegón de la historia del género.
Los cuadros de Meléndez, generalmente, son de una gran sobriedad. Están ejecutados con un sólido dibujo y un realismo perfeccionista que alcanza hasta los más mínimos detalles. Meléndez es un experto en el tratamiento de las superficies, evidenciando una extraordinaria habilidad para conseguir dar idea de las calidades de las cosas: frutas, cerámica, cristal, corcho, textiles, metales o piedra. Las composiciones son ordenadas y claras, elige sus motivos buscando diferentes formas y texturas. Le gustan los contrastes de luces y sombras, que gozan de una intensidad tal que recuerdan las mejores creaciones de Sánchez Cotán o Zurbarán.

Autoretrato de Luis Egidio Meléndez, Óleo sobre lienzo (1747) en el Museo del Lovre.
Bodegón con plato de cerezas, ciruelas, jarra y queso es uno de los mejores ejemplos de bodegón español, donde conjuga realismo y la ternura de los objetos cotidianos, elevando lo más sencillo a obra de arte. Sobre un fondo oscuro, iluminado por una luz tenebrista, el objeto que de inmediato atrae la atención del espectador es la espléndida jarra de loza, esmaltada en blanco, al óxido de estaño, típica del siglo XVIII, que posee un asa torsa de estilo salomónico. La jarra, pintada en azul cobalto, pertenece al grupo de las fabricadas en Talavera o en Puente del Arzobispo, donde se la denomina jarra de bola o jarra de borracho, cuya función principal consistía en contener vino.
A su lado un queso contrasta con el juego de líneas rectas y curvas que lo delimitan así como por los planos de luz tan distintos que refleja. Delante, un plato rococó de borde ondulado, colmado de cerezas. Este plato también puede ser talaverano y dentro de éstos, del tipo de castañuela. Y el último elemento que aparece son las ciruelas ubicadas en el ángulo inferior derecho del lienzo.
Relacionando este cuadro con otros de Luis Egidio Meléndez, muestra la repetición del mismo plato e incluso de la jarra que aparece, como podemos ver en el bodegón Bodegón con ciruelas, brevas, pan, barrilete, jarra y otros recipientes, también en el Museo del Prado, aunque sin la decoración floral que en el presente hay.

Bodegón con ciruelas, brevas, pan, barrilete, jarra y otros recipientes (1760 – 1770). Óleo sobre lienzo, 35 x 48 cm.
Desde el punto de vista técnico, el bodegón cuenta con la fuerza expresiva de sus volúmenes, la visión tan directa de los objetos y los detalles combinados de frutas y utensilios. Además, luz y color describen soberbios efectos, de los cuales conviene destacar el magnífico impacto de tonos rojizos brillantes de las cerezas del centro de la composición recortándose sobre amarillos y blancos, levemente azulados.
Las creaciones de Luis Egidio Meléndez se han dispersado por colecciones privadas y museos de España y del extranjero. El Museo del Prado posee un gran conjunto de piezas de su mano, que proceden del palacio de Aranjuez y responden a un grupo que él mismo tituló: «[…] un divertido gabinete con toda especie de comestibles que el clima español produce […]».
Así que te invito a ir al museo y disfrutar de su colección de bodegones en la que en cada cuadro comprobarás la ternura de los objetos cotidianos, y como te dije al principio te dejo estas recetas para que te animes a prepararlas.
- Receta | Clafoutis de cereza
- Receta | Galette de ciruelas
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