Una vez iniciada la nueva sección del blog “Rocío a Comer” creo conveniente que el segundo post sea para hablaros de cómo empezar esta nueva etapa con nuestros bebé. La alimentación complementaria (AC) es el proceso por el cual los bebés van conociendo nuevos alimentos de cualquier consistencia. Y es complementaria porque la nutrición principal seguirá siendo por varios meses la leche materna (o con preparado para lactantes, cuando por el motivo que sea así lo decida la madre o cuando no haya sido posible la lactancia materna).
El objetivo principal es la adquisición de nutrientes para un crecimiento óptimo. Objetivos secundarios incluyen la adquisición de habilidades oromotoras y conductas alimentarias apropiadas. Las propuestas han variado en el tiempo en función de los conocimientos. Las recomendaciones tradicionales para la AC solían reducirse al orden en que se empezaban a añadir alimentos en la dieta y en cambio no se referían a las habilidades, aprendizajes y conductas implicadas en la alimentación.
- A partir de los 6 meses, aunque la leche materna sigue siendo la principal fuente nutritiva hasta el año de vida, puede ser insuficiente en energía y algunos nutrientes, lo que hace necesaria la introducción de nuevos alimentos apropiados para la edad.
- Cada bebé tiene su propio ritmo, unos estarán listos un poco antes y otros, un poco después.
- Probar nuevos alimentos es una gran aventura además de un importante aprendizaje. Así que tenéis que estar preparados para disfrutar de cada comida y para hacer MUCHAS FOTOS!!!
- El apetito es variable en cada bebé. Hay días en que comerá más y otros menos. Lo importante es el incremento de peso y talla que será evaluado en los controles de salud. Así que hay que armarse de mucha paciencia.
- Riesgos de la introducción precoz de los alimentos (cuarto mes): A corto plazo posibilidad de atragantamiento, aumento de gastroenteritis agudas e infecciones del tracto respiratorio superior, interferencia con la biodisponibilidad de hierro y zinc de la leche materna y sustitución de tomas de leche por otros alimentos menos nutritivos. Y los riesgos a largo plazo son mayor riesgo de obesidad, mayor riesgo de eccema atópico, mayor riesgo de diabetes mellitus tipo 1 y mayor tasa de destete precoz, con los riesgos añadidos que esto conlleva.
- Riesgos de la introducción tardía de la alimentación complementaria (séptimo mes): Carencias nutricionales, sobre todo de hierro y zinc, aumento del riesgo de alergias e intolerancias alimentarias, peor aceptación de nuevas texturas y sabores y mayor posibilidad de alteración de las habilidades motoras orales.
Hitos para empezar la alimentación complementaria
Pero antes de comenzar con sus primeras papillas o el método Baby Led Weaning (BLW), tu hijo debe haber cumplido ciertos hitos:
- Mantener la cabeza levantada: Tu bebé debe ser capaz de sentarse en una silla alta (con o sin ayuda), un asiento para comer o un asiento de seguridad con buen control de la cabeza.
- Usa sus manos para tomar alimentos que están cerca y se los lleva a la boca o abre la boca cuando se le acerca el alimento: La mayoría de los niños están listos para comer cuando intentan quitarte la comida a ti.
- Ha perdido el reflejo de extrusión: Si le ofreces una cuchara de papilla y tu hijo la empuja para sacarla de la boca y le cae en la barbilla, es posible que no tenga la capacidad de llevarlo a la parte trasera de la boca para tragarlo, es decir, aún mantiene el Reflejo de extrusión. Este reflejo se suele perder hacia los 4-5 meses.
- No muestra dificultades para tragar.
- Aumenta su secreción de saliva.
- En algunos caso coincide con la aparición de sus primeros dientes.
¿Cómo introducir los alimentos?
- No suprimir la lactancia materna.
- El momento de la comida debe ser placentero y tranquilo tal como ha sido el amamantamiento.
- Antes de iniciar cualquier comida asegúrate que tiene el pañal limpio.
- Comenzar poco a poco, dar a probar pequeñas cantidades y de a un alimento. (No pretendas que el primer día se coma todo. Además, es frecuente y normal que algunos días tu bebé coma más y otros menos).
- Los nuevos alimentos pueden ser rechazados la primera vez que se prueban, pero no lo interpretes como que no le gusta, debes de continuar ofreciéndoselo y poco a poco le irán gustando más. Todos los cambios dietéticos serán bien admitidos si los realiza lentamente y con intervalos para cada nuevo alimento. (Según los expertos, un niño necesita probar un plato más de 10 veces para decidir si le gusta o no, pero lo cierto es que, como cada niño es diferente, un niño puede necesitar enfrentarse entre 15 y 30 veces a un alimento para tomar esta decisión).
- Después de la comida ofrece agua y no jugos o cualquier bebida edulcorada. Y recuerda que la mejor manera de que nuestros bebés beban agua es vernos a hacerlo a nosotros, así que te sugiero que tú también tengas una botellita para que te vea beber.
- Durante el primer año, las verduras es mejor consumirlas cocidas, después del año, puedes darle verduras crudas, muy bien lavadas.
- Si toma pecho a libre demanda, ya tiene suficiente leche, por lo que no necesitará otra leche ni derivados lácteos. En cambio, si no puedes dar o mantener la lactancia materna, consulta a tu pediatra cómo reemplazar ese nutriente.
- Si tu bebé tiene antecedentes familiares de primer grado (padre, madre o hermanos) de alergias alimentarias, es importante que consultes a tu pediatra para que te indique si no es conveniente darle todavía algún alimento.
- Si come con las manos y no te complica, déjale, es su manera de ir aprendiendo a comer solo y un excelente
ejercicio para su desarrollo. Este método se denomina BLW (Baby Led Weaning). - Organiza la alimentación en horarios más o menos fijos para generar hábitos alimentarios, pero mantén la lactancia a libre demanda, así te aseguras de que nunca tenga hambre.
¿Cómo darle los alimentos?
- Los lactantes desde los 6 meses pueden comer papillas y purés.
- Prepara las comidas con carnes (ternera, pollo, pavo) sin grasa y las verduras frescas de la estación. Se recomienda usar tres verduras de diferente color en cada comida.
- Entre los 8 y los 10 meses, la mayoría de los niños y niñas pueden consumir alimentos blandos con los dedos. Por ejemplo: pedazos de aguacate, carne deshilachada, manzana o pera rallada, zanahoria rallada, pedacitos de plátano, pedacitos pequeños de verduras cocidas, entre muchos otros.
- A los 12 meses, la mayoría puede comer el mismo tipo de alimentos saludables que el resto de la familia, pero más molidos o picados.
- Evita los alimentos que puedan atorarlos (alimentos cuya forma y/o consistencia implica el riesgo de bloqueo de la tráquea). Recuerda que siempre que vaya a comer tienes que estar vigilándolo.
Alimentos prohibidos
Los alimentos que no debemos dar durante la alimentación complementaria son:
- Sal.
- Azúcar o cualquier edulcorante.
- Miel.
- Infusiones.
- Pescados de gran tamaño.
- Carnes pocos cocidas.
- Leche entera de vaca hasta el año.
- Jugos o zumos.
- Sólidos con riesgo de asfixia: cacahuetes o maní, nueces, uvas enteras, arándanos, etc.
Las 10 cosas que la familia puede hacer para iniciar la alimentación complementaria
- Procurar que las comidas sean un momento agradable y tranquilo. Cada niño tiene su propio ritmo, NUNCA hay que forzarle a comer. Ni tampoco premiar cuando se come todo ni castigar cuando no come.
- Evitar alimentos “premio-castigo”, no recompensar al niño con sus alimentos preferidos, mejor elógielo, abrácelo y préstele atención.
- Evitar distracciones a la hora de la comida para que el lactante no pierda el interés por ella. Por ejemplo, hay que evitar que pasen tiempo delante de pantallas de TV, ordenador, teléfonos móviles, etc.
- Ofrecer a los lactantes una dieta variada, equilibrada y suficiente. Para ello, hay que evitar el menú opcional, planificar menú con antelación, tener en cuenta que el paladar se va educando según se van reconociendo los sabores.
- Mantener horarios y hacer alguna comida al día en familia. Es una oportunidad de convertirnos en un modelo de hábitos para el niño, donde aprenda imitando y en el que se favorezca su independencia progresiva.
- La administración de alimentos distintos a la leche, será de forma gradual, firme, pero sin forzar al bebé.
- Establecer rutinas como: lavarse las manos antes de comer, ponerle el babero y sentarle en la mesa.
- Tener cuenta a la hora de elegir los alimentos, preferencias y costumbres familiares, zona geográfica, cultura, etc. Es decir, si en tu casa por ejemplo nunca coméis remolacha/betarraga no tienes por qué comprarla solo para que el bebé la tome. Eso sí, recuerda que los bebés tienen un paladar virgen y puedes probar combinaciones que al principio pueden sonarte un poco extrañas.
- Aportar suplementos de vitamina D a los niños menores de un año. También los pediatras suplementan a los bebés con HIERRO.
- Antes de manipular los alimentos y preparar la comida debe lavarse las manos.
RECUERDA: La alimentación complementaria (AC) es agregar comida y no restar ninguna toma de leche, es por eso, que primero debemos dar la leche y luego ofrecer la comida aproximadamente 30 o 45 minutos después.
¡Muchas gracias por las recomendaciones, seguiré cada una de ellas! Un saludo.
Es un artículo sensacional y completo. Muchas gracias por todas las indicaciones, advertencias y cuidados que tenemos que tener, a la hora de empezar la alimentación complementaria. Personalmente estoy muy nerviosa de comenzar esta etapa, mi bebé tiene ya 6 meses y estoy preparando cada detalle para empezar ya. Muchas gracias por toda esta información, es genial poder contar con ella. Un saludo.