Ya sabéis que en el blog hay una sección para los que me queréis enviar vuestra receta para publicarla en el blog, pero el otro día me llevé una grata sorpresa cuando me encontré en mi bandeja de email que un escritor, me había dedicado un cuento. Se trata de un cuento titulado “Después de la muerte” en el cual se me menciona al hablar del origen del arroz con leche, pero no voy a darte más datos sino que espero que disfrutes de su lectura como yo he hecho porque además está claro que la comida está presente en todo lo que nos rodea.
Cuento: Después de la Muerte
Jamás volví a verla. Este debe ser el comienzo. (Dialogar con uno mismo no es algo que pueda catalogarse como dañino. El soliloquio ayuda a disipar las penas, el nostalgiamiento que, en ciertas ocasiones, nos atenaza de mala manera. “Quien habla solo / espera hablar a Dios un día”, ha postulado el poeta Antonio Machado). El amor, a veces empuja el ser hacia la nada, y una vez sumergido en esa realidad íntima, esta se le puede volver transitoria o definitiva. ¿Cuál es la verdadera contribución del amor, o la pasión, me pregunto? Porque así como nos aporta placer y felicidad, de igual modo nos arrima el dolor, la amargura, la rabia, la espina del rencor, gajos de ausencia líquida, cuando no sólida, o puede ser la muerte misma. Resulta inevitable ser afectado por sus influencias, dado que, es imposible vivir en un estado de permanente sublimidad, ¿o me equivoco? O sea, habrá que sufrir un rato durante se ame, comoquiera. Enciende esa luz, por favor. ¿Y la cena, a qué nivel está? Ya falta poco… Hay que ingerir alimentos, aunque a uno se le esté pudriendo el corazón, pienso. Óiganme: enamorarse no es negativo, imposible. El amor es el sentimiento principal de los humanos, es lo más puro que podemos dar, lo más parecido a uno mismo. Quien lo recibe, debiera congratularnos, sentirse premiado para toda la vida. ¿Saben lo que es entregarse a otro, como un regalo personal?, ¿darse en cuerpo y alma a alguien que ni siquiera es familiar de uno? El amor es algo grandioso, imprescindible entre los vivos. Sin él, no podríamos vivir, porque seríamos una piedra que siente y camina; mas no amada ni deseada por nadie. Este no es mi caso, claro que no. Soy un hombre enamorado, muy sentimental, fiel devoto de las mujeres. ¿Por qué me nostalgio con lo imposible? Es la hora de nutrirme. Con permiso, apreciados bloc e imaginación. Es excelente comer lo que se desea. Contrario al supuesto receso escritural, extiendo la mano y garabateo, mientras mastico: “No ceso de pensar en Esmeralda, ¿adónde pudo irse? ¿Acaso estará huyendo de mí? No lo creo”. Hombre, recuerda su ropa negra, su ánimo de doliente, su paso de mujer afectada por alguna desgracia, ¿se te olvida? El sufrimiento de los demás no se puede ignorar, porque esa misma carga, después nos tocará llevarla. “¿Qué habrá sucedido en su casa, con su vida, para desaparecerse sin dejar rastro?”, agrega. “Este arroz con leche está genial, y con el chocolate agregado, inmejorable. Hay que dar gracias a las manos que lo elaboraron, a los brazos que lo sembraron y cosecharon. De igual manera, a la vaca que produjo la leche, al ingenio que hizo el azúcar y la voluntad de los cultivadores de caña. No se puede quedar Dios, que hizo las especias, el gas, las personas que han intervenido para que yo cene de esta manera. Bien. Luego, guardar esta nota marginal, que puede ser útil, aunque no sepa para qué”. ¿Quién habrá inventado este plato? Pilar Monge Peñuelas dice que es de origen español. De donde haya venido, es delicioso… ¿Por dónde iba? Bondades y vainas del amor. Es notable lo afectado que nos deja su llegada triunfal, algunas veces de manera sorpresiva. ¿Una mujer sola? Puede estarlo, pero yo no lo creo. ¿Amar un fantasma, que tiene sexo femenino y he nombrado Esmeralda? Tampoco lo creo. Sin embargo, la ilusión no es algo que viva distante de los humanos, u oculta. Eso no es posible. La ilusión es imagen sugerida por los sentidos que carece de verdadera realidad, explican los diccionarios, más o menos. El término ilusión se refiere a una percepción o interpretación errónea de un estímulo externo real, es lo que me pasa a mí. Gracias wikipedia.com. Mi problema es Esmeralda, mujer desconocida, más bien, fantasma. Será cuestión de vernos posterior a la muerte, asumo, si es verdad que uno se reencuentra en el cielo.
El escritor Mario de San Juan (Mario Roberto Sánchez Nin), nació en San Juan de la Maguana, República Dominicana. Ha publicado los libros: Candela (poesía, 1991), Tránsito a la carne (poesía, 1994), Azar de la lluvia (poesía, 1996), el fantasma de Alma Rosa (cuento, 2015) y la esperanza es de color azul (novela, 2017).
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