Está claro que uno de los clásicos en nuestros desayunos es el café, y para más de uno le acompaña durante todo el día para mantenerse alerta estudiando, trabajando o incluso conduciendo. Pero por si no lo sabías, también lo podemos utilizar como un ingrediente original en la cocina, y no solo en postres, si no en muchas recetas saladas. Así que espero que cuando te los cuente te animes a agregar el café en tus recetas para sorprender a todos tus invitados.
Un consumo moderado de 3 o 4 tazas diarias, según afirman los expertos, se asocia a un menor riesgo de padecer Parkinson y Alzheimer, además de algunos tipos de cáncer e, incluso, diabetes. Aunque suele ser más conocido por su poder antioxidante.
El café en la cocina
Hoy en día se pueden encontrar en el mercado muchas variedades de café procedentes de distintas partes del mundo lo que nos beneficia para obtener distintos aromas en la cocina. Podemos comprar café mezcla o natural, utilizarlo de muchas formas como molido, en grano o infusionado. Algunos de sus usos son los siguientes:
Salsas: Usando el café como salsa podemos conseguir guisos con aromas más intensos. Por ejemplo en la carne de cerdo o en el pato, o incluso con el cordero. Para ello marinamos nuestra pieza de carne junto una taza de café destilado o infusionado y algunas especias, como romero, orégano, eneldo, etc. Una vez que esté marinado podemos reducir nuestro preparado para lograr una salsa exquisita que no dejará indiferente a nadie.
Mantequilla aromatizada: Esta combinación te va enamorar porque la vas a poder utilizar tanto para acompañar nuestra tostada mañanera como para utilizarla en una salsa holandesa. Para ello, tomamos como base una mantequilla a temperatura ambiente, es decir, con textura tipo pomada. Le añadimos una cucharada sopera de café infusionado, lo mezclamos bien y lo dejamos reposar 24 horas para que vuelva a endurecer.
Vinagretas: Otra combinación que te sorprenderá es la del café con un buen aceite de oliva virgen con la que obtendremos una excelente salsa tipo “vinagreta” con la que aderezar ensaladas, verduras a la parrilla, carnes a la plancha o, incluso, pescados, sobre todo azules, como el salmón o la sardina. En este caso podemos tanto infusionar el café y añadirlo al aceite. O bien, utilizar una cucharadita de café molido y emulsionarlo con nuestro aceite, dejándolo macerar un rato para que se impregne de todo su aroma. Una vez que lo tengamos listo lo colaremos para eliminar las partículas de café que quedan.
Especia: También podemos usar el café como una especia más en la cocina como lo hacemos con la nuez moscada, el azafrán y otros condimentos nobles. Para aprovechar el sabor del café en tus recetas, frota los cortes de carne con café molido y otras especias. Como regla general, el café se lleva bien con los cítricos, la canela, la pimienta de Jamaica, el clavo de olor, el ajo y la sal.
Postres: Y por supuesto, como te decía al principio el café no podía faltar en muchas recetas de postres. Una de las preparaciones más famosa es la receta de tiramisú. Pero también se puede elaborar un bizcocho de café que está delicioso, helados, flanes, magdalenas, galletas, buttercream, batidos… incluso una mousse de chocolate que sorprenderá a todo el que la pruebe.
Así que espero que te animes a utilizar el café en la cocina para elaborar recetas tanto dulces como saladas y espero que en los comentarios me cuentes en qué plato lo utilizas tú porque seguro que la lista es muy larga.
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