Hoy en la sección de cuadros relacionados con la gastronomía vuelvo con otro cuadro de Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos 1746-Burdeos 1828), se trata de la pintura Dos viejos comiendo sopa. Esta obra pertenece al conjunto de catorce escenas que se han popularizado con el título de Pinturas Negras por el uso que en ellas se hizo de pigmentos oscuros y negros y, asimismo, por lo sombrío de los temas.

Óleo (49,3 cm × 83,4 cm). Museo del Prado
Goya adquirió una finca a las afueras de Madrid; quizá para vivir allí con Leocadia Weiss a salvo de rumores o por huir de la monarquía absolutista de Fernando VII o para pasar veranos más frescos que en la capital. Esta finca es la que conocemos como la Quinta del Sordo, debido a que su anterior dueño también eras sordo.
Pero ¿qué son las Pinturas Negras?
Como dijimos al principio, son una serie de 14 óleos realizadas por Goya sobre las paredes de la Quinta del Sordo. Estas pinturas eran para decorar y ser vistas por su autor. Más tarde fueron inventariadas en 1828 por Antonio Brugada amigo del artista, aunque él la denominó “Dos mujeres”.
Estos murales se trasladaron al lienzo en 1873, por encargo de un banquero belga con la intención de venderlos en la Exposición Universal de París de 1878. Pero las obras no fueron vendidas y el propio banquero las donó al Museo de El Prado, donde actualmente podemos verlas. La mayoría de los expertos coinciden en plantear que la avanzada edad de Goya motivaría esta decoración melancólica y triste por el tiempo pasado, aunque también se hagan referencias al presente.
Análisis del cuadro Dos viejos comiendo sopa
Dos viejos comiendo sopa es una de las pinturas negras que formaron parte de la decoración de los muros de la casa. Esta obra ocupaba probablemente, por el formato que tiene 49,3 cm por 83,4 cm, el espacio de la sobrepuerta de la planta baja de la casa.
En el cuadro aparecen dos ancianos personajes, que no sabemos si son hombres o mujeres, comiendo una sopa con miradas un tanto desconcertantes. Están llenos de arrugas y sin cabellos. El de la derecha parece el rostro de un cadáver, sus ojos son dos cuencas vacías y su cabeza nos recuerda una calavera. El de la izquierda, lleva una especie de pañuelo blanco y tiene una mueca burlona como tratando de transmitir al visitante que vamos a terminar como ellos.
Los colores y tonalidades se ven reducidas a la utilización de colores pardos, ocres y negruzcos, con sólo algún blanco en las ropas para dar contraste y muy poco de azul en la ropa del personaje de la izquierda. Llama la atención la libertad absoluta de las pinceladas. Las manchas serán fundamentales para dar así la forma a las siluetas de los personajes
Los viejos son una representación alegórica de la vejez, de la soledad y de la muerte. Esta sopa será los últimos sorbos de su vida… La vejez es sinónimo de sabiduría, pero también de muerte y Goya sabía que pronto le llegaría la hora de la muerte.
Es una magnifica representación de como el tiempo acaba con todo, una de las obsesiones de Goya. Los viejos son una representación de vejez y muerte en la vida del pintor, al igual que las expresiones de cinismo que vienen siendo el estado de locura del autor.
Y como dato curioso esta obra tuvo varios títulos oficiales, desde “Dos mujeres” a mediados del siglo XIX, “Dos viejas comiendo de una escudilla” en 1867, “La Muerte comiendo con una bruja” en 1876 y finalmente en el primer catálogo del Prado de 1900, “Dos viejas comiendo sopa” o “Dos viejos comiendo”.
Pero sea cual sea su nombre este cuadro es un exponente de las características que el siglo XX ha considerado como precursoras del expresionismo pictórico.
¡Ah! Y por si quieres conocer más cuadros del genial Francisco de Goya, te dejo en análisis de estos deliciosos cuadros del autor.
- Cuadro| La vendimia
- Cuadro| La lechera de Burdeos
Excelente análisis.
Muchas gracias, espero volver a retomar pronto esta sección 🙂