- Moldes: Podéis usar los que venden para bombones o para hacer hielo. En el caso que sean para bombones probablemente no tendréis que pincelarlos. Y si no queréis complicaros podéis hacerlo en un molde rectangular, como por ejemplo un tupper, y luego cortar los caramelos de goma en cuadraditos o utilizar un cortapasta.
- Engrasar moldes: Si el molde tiene recovecos es más sencillo engrasarlos humedeciéndonos los dedos con aceite.
- Verter en los moldes: Cuando terminamos de verter el líquido queda una capa opaca y fina en la parte que está en contacto con el aire. Si servimos sin más en los moldes nos quedarán bien, pero si pasamos una cuchara por la parte convexa simplemente rozando esa capa la podremos retirar sin problemas. Este proceso lo realizo con los dedos impregnados en aceite, ya que llego mejor a todos los huecos de las formas del molde.
- Enfriar: Si no queréis esperar mucho podéis dejarlas enfriar en la nevera 3 horas o acelerar el proceso más en el congelador.
- Rebozado en Azúcar: Una vez que las demoldemos rebozamos en azúcar sólo las que vayamos a consumir porque conforme pasa el tiempo el azúcar coge humedad y se deshace. Si alguien sabe algún truco para que aguante el azúcar del rebozado que me lo diga. Aunque si veís las fotos yo las dejé tal cual y estaban buenísimas.
- Rebozar en Azúcar Glas: También podéis rebozarlas en una mezcla de harina de maíz y de azúcar glas.
- Conservación: Si las vais a hacer con más de tres días de antelación hay que taparlas con plástico transparente para que no se pongan duras, pero sin apretar y sin cerrar del todo, para que no suden.