El arte de Vincent Van Gogh volverá a renacer en Loving Vincent, la primera película realizada con la técnica del óleo y siguiendo el estilo característico del famoso e incomprendido Vincent Van Gogh. La historia está basada en las cartas que Van Gogh le escribió a su hermano Theo desde 1872 en adelante, constituyendo una fuente biográfica única e invalorable para conocer al pintor. Son un testimonio vivido, casi al modo de un diario, en el que el artista neerlandés da cuenta de su inestable salud física y mental. Sin duda alguna estas cartas extraordinarias y conmovedoras se han transformado, en un gran documento humano que muestra al verdadero Van Gogh, por él mismo. Pero si quieres conocer un poco más a este genial artista no dejes de ver El loco del pelo rojo de 1956, dirigida por Minnelli.
Vicent Van Gogh abandonó Holanda por recomendación de su hermano Theo y tras el fallecimiento de su padre, se estableció en París, donde entró en contacto con los más importantes pintores impresionistas del momento. Pero Van Gogh no se encontraba a gusto en París, tenía demasiada presión para trabajar y quería un lugar mucho más tranquilo, así que Tolouse-Lautrec le recomendó que se trasladara a Arles, en el sur de Francia, al lado del Mediterráneo y allí se trasladó en el año 1888.

Jarrón con doce girasoles. Arlés agosto de 1888.
Fue en Arlés donde pintó la serie más famosa de Girasoles, pero si conoces estos cuadros habrás visto que aunque las obras son con la misma temática principal iba variando en algunos casos el color o el número de girasoles que aparecen en un jarrón, llegando a realizar hasta siete cuadros con el mismo tema. Las pinturas muestran girasoles en todas las etapas de su vida, desde plenamente en flor hasta que se marchitan.

La Casa Amarilla de Vincent van Gogh, realizada en el año 1888.
Su casa en Arles tenía la fachada pintada de amarillo; eso, junto con el ardiente sol mediterráneo del sur de Francia, le inspiraron para elaborar esta serie. Uno de los cuadros fue a decorar la habitación de su amigo Paul Gauguin, con el que mantuvo una curiosa relación de amistad. Ambos pintores formarían, según la idea de Vincent, el germen de una sociedad de artistas en la que se compartirían gastos e ideas. Vincent quería causar buena impresión a su compañero, eligiendo como temática para la decoración una de las flores más abundantes de la Provenza.
Para Van Gogh el amarillo tenía un simbolismo muy especial. Este color representaba su mundo interior. El amarillo era para él la vida, la luz, el calor y el color del sol como el mismo lo expresó en una de sus cartas a su hermano:
“Ahora tenemos un calor magnifico e intenso y no corre nada de viento, es el adecuado para mí. Un sol, una luz que, a falta de un calificativo mejor, sólo puedo definir con amarillo, un pálido amarillo azufre, un amarillo limón pálido. Qué hermoso es el amarillo” Carta a Theo No. 522
En los Girasoles, la gama de amarillos es una de las más complicadas en la historia de la pintura y en la que demuestra su gran maestría en las texturas. Por otra parte, los girasoles reflejan en sus volúmenes bullentes, con formas tensas y vermiformes, el ánimo atormentado del autor. Pocas veces una obra de arte expresa con tanta rotundidad la psicología del artista. El amarillo de las flores representan la amistad y la esperanza, mientras que las voluminosas formas, al abrirse, simbolizan la gratitud. Para resaltar el amarillo y el naranja, emplea verde y azul cielo en los contornos, creando un efecto de suave intensidad lumínica.

Serie de cuadros al óleo realizados por Vincent van Gogh en Arlés durante agosto de 1888 y enero de 1889.
El color está aplicado con pinceladas fuertes, agresivas, en pequeños toques salteados, destacando la plasticidad de la pintura, que crea un fino relieve en la tela, para dar volumen a los girasoles. Hay veces que parece que utiliza los dedos en lugar de pinceles. Es como si Van Gogh pintara con rabia.
En algunos de los cuadros de la serie podemos encontrar en el jarrón estampada su firma. El jarrón se sitúa sobre un espacio ocre, posiblemente una mesa, delimitado por una gruesa línea de la pared pintada en tonos verdoso-azulados. El jarrón también está delimitado por una línea similar. Los girasoles se distribuyen por el espacio de manera arbitraria, contrastando sus tonalidades con el fondo. La pincelada empleada por Van Gogh es muy rápida, aplicando el color con facetas en la que se puede apreciar los toques de pincel en los que inicia casi definitivamente una pincelada en espiral que caracterizará su pintura como en su famoso cuadro de la Noche estrellada o Campo de trigo. Los tonos empleados, azules, ocres, amarillos y verdes, son muy del gusto del pintor, jugando con los contrastes entre los diferentes lienzos que decoraban las paredes de la casa.
Y para terminar, y como pasa en muchas ocasiones, resulta un contraste importante que Van Gogh hoy en día adquiera récord en alguna de las subastas, mientras pasó la mayoría de su vida pasando grandes penurias económicas y subsistiendo gracias a la ayuda que le proporcionaba su hermano Theo.
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